Quiénes somos

Los orígenes

Juan Gonzalo González Barrio fue uno de los fundadores de Conservas La Polar en 1969 junto a otros 10 socios que se unieron para potenciar una marca, La Polar, que ya venía funcionando en Luanco bajo la dirección de uno de los asociados. La vocación conservera le llegó por herencia, ya que pertenecía a una familia que tenía y sigue teniendo gran experiencia en el sector de las conservas asturianas. A los ochenta años, acudía a la fábrica de Conservas La Polar en bicicleta. Incluso después de jubilarse, continuaba vinculado al negocio, visitando la factoría para que no se quedara huérfana de sus consejos y su pasión por una labor tradicional y artesana. Desde entonces, La Polar se ha convertido en una empresa familiar (tres generaciones ya) y aquí seguimos más de cincuenta años después, elaborando en familia conservas asturianas, con las mismas ganas y cuidando el producto como siempre. Porque en La Polar, prevalece la tradición y lo artesano en conserva. Somos una familia ligada al mar y queremos, con lo mejor que sabemos hacer, nuestras conservas artesanales, formar parte de la tuya. En esos momentos especiales donde la calidad lo es todo.

Artesanía

En Conservas Artesanas La Polar nunca hemos abandonado el principio de priorizar la calidad sobre la cantidad ni renunciar a la elaboración artesanal. Enlatamos el sabor del mar, el sabor del Cantábrico. Conservas asturianas ya que del Cantábrico procede nuestro bonito, nuestros bocartes, las anchoas, las zamburiñas… Lo hacemos a través de un proceso puramente artesanal que empieza con la selección de la materia prima y continúa con su procesado manual.

Traemos los bonitos de la rula, los descabezamos y quitamos las tripas, los cocemos y los guardamos en una cámara que está entre 4 y 6 grados, como la nevera de casa. Al día siguiente los limpiamos bien y comenzamos a enlatar manualmente y esterilizar.

Persona cortando bonito